Increiblemente, el periodismo corrupto, sigue bombardeando con titulares que reflejan una posición o mejor un posicionamiento atrincherado desde donde mancillar la información y maquillarla con el pretexto de la objetividad.
En esta noticia con el título: "Teleamazonas sigue en la mira de Glas", se puede inferir a breve vista y sin mucho esfuerzo que el Ministro de Telecomunicaciones, Jorge Glas, manifiesta una saña hacia cierto medio de comunicación televisivo que fue suspendido por tres días por medio de un dictamen judicial.
No con esta posición pretendodefender al poder político o cualquier favoritismo hacia él. Más bien, busco encaminar estas palabras hacia una reflexión más sesuda sobre el rol primario del comunicador, cuya interpretación de los hechos y sucesos debe ser lo más tinosa posible.
No se puede, de ninguna manera opinar "directa o indirectamente" una noticia, dando a entender que el Ministro manifiesta cierta asechanza o saña sórnica a los pobres medios de comunicación, como lo hace el titular.
Por tanto, sabemos, muy a ciencia cierta y por vasta agua bajo el puente, que la comunicación es una profesión que hay que manejar con pinzas de cirujano. No podemos jugar con las palabras y solapar y eufemizar (que no es el caso) nuestras actitudes y posiciones.
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