En la edición del 10 de abril, diario La Hora publica la noticia sobre la muerte de un ciudadano tras ser atropellado por una unidad del sistema de metrobus en Quito. En el párrafo inicial la nota señala que “una de las unidades articuladas embistió con vehemencia a un ciudadano que no alcanzó con llegar con vida hasta el otro extremo de la vía”.
Ahora resulta que los buses se personalizan, embisten con vehemencia, ¿qué será cuando atropellen en forma quemeimportista?
Probablemente para recomponer su error, el autor (a) de la nota emite juicios de valor, pues puntualiza que “de todas maneras y cómo es costumbre, luego de haber atropellado al hombre el chofer prefirió hacerse de la vista gorda y abandonó el volante dejando fríos del susto a decenas de pasajeros….” Se deduce que se quiere decir que el chofer fugó pues así se afirma en el sumario.
Aparte de estos errores la noticia está plagada de lugares comunes y juicios de valor. ¿Alguien revisó la nota? Al parecer quien la escribió carece de conocimientos básicos de gramática y normas elementales de periodismo. La información finaliza con una importante deducción: “…el conductor que hoy carga con un difunto en la conciencia”. ¿En la conciencia de quién?... del conductor se supone. JBP
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